Por: Jorge E. Torres Obleas *
La esperanza de la gente en torno a una salida pacífica sobre la base de un diálogo explicaría su amplia aceptación.
Sobre los resultados del referéndum revocatorio 2008 se han realizado múltiples y contradictorias lecturas. Más allá de la polémica en torno al margen cuantitativo de los votos emitidos de manera irregular en el referido evento electoral, lo cierto es que a partir de las lecturas difundidas a través de los medios de comunicación se podrían justificar las más diversas acciones desde los frentes en conflicto.
Así, a menos de una semana del verificativo electoral se desencadenó una serie de reacciones que daba cuenta de una mayor radicalización en la filas de ambas partes en conflicto y también de la instalación de una espiral de violencia, cuyos efectos negativos empiezan a alcanzar a la gran mayoría de los bolivianos. Con relación a las evaluaciones hechas en torno a los resultados del referéndum 2008, probablemente una de las de mayor aceptación ha sido aquella que hace referencia a la existencia de un importante grupo poblacional que apoyó simultáneamente tanto al Presidente de la República como a los prefectos de la llamada “media luna” —Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, sin considerar a Chuquisaca, donde no se llevó a cabo un referéndum de alcance prefectural.
Si se considera que dicha lectura es concordante con las múltiples convocatorias a un diálogo precisamente entre el Presidente y los referidos prefectos, resulta comprensible su alto nivel de aceptación ciudadana. Así, en gran medida la propia esperanza de la gente en torno a una salida pacífica sobre la base de un diálogo entre las partes en conflicto explicaría su amplia aceptación.
Al respecto, resulta importante analizar qué tan grande sería ese sector de la población de los departamentos de la “media luna” que votó de manera cruzada, es decir, que le habría dicho Sí tanto al Presidente como a un prefecto opositor.
A partir de los datos oficiales del referéndum 2008 en cada uno de los cuatro departamentos, se debe establecer la cantidad de votantes que se desmarcó de las consignas de las partes en conflicto que buscaban la aprobación de uno y la desaprobación del otro, a través del cálculo de la diferencia existente entre los porcentajes de votantes que le dijeron Sí al Presidente y No al Prefecto, que obviamente es la misma que existe entre los votantes que le dijeron Sí al Prefecto y No al Presidente.
El porcentaje de votantes en Santa Cruz que le dijo Sí al Presidente fue de 40,75% y de 33,57% que le dijo No al Prefecto, por lo que la diferencia entre ambos fue de sólo 7,18% que representa el porcentaje de votantes que votó de manera cruzada al desmarcarse de su respectiva consigna —el mismo porcentaje que le dijo Sí al Prefecto y No al Presidente. En el caso de Tarija el porcentaje de voto cruzado alcanzó a 7,89%; en el caso de Beni llegó a 7,97%, y de Pando, a 8,71%.
De esa manera, se establece que el porcentaje del voto cruzado en los departamentos de la “media luna” se situó en torno al 8%. Un nivel porcentual bajo si se lo compara con los niveles de apoyo alcanzados por los prefectos y el propio Presidente en la “media luna”.
No se trata de una buena noticia, ya que pone de manifiesto el grado de polarización existente en una importante área geográfica de Bolivia que, si no es adecuadamente ponderada por los actores en conflicto, puede constituirse en la causa que esté detrás de nuevas y mayores confrontaciones.
* Economista y docente universitario
Juventud Nacionalista Boliviana's Fan Box
Juventud Nacionalista Boliviana on Facebook
martes, 9 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario