Francisco Justiniano Suárez
Después de deliberar por espacio de algo más de 13 horas, ya que hubo fricciones, porque unos demandaban medidas más contundentes mientras que otros proponían esperar un poco más, los prefectos, líderes cívicos, dirigentes de los movimientos indígenas y representantes de las organizaciones de la sociedad civil agrupados en el Consejo Nacional Democrático (Conalde) emitieron una resolución firme pero equilibrada, que consta de cinco puntos, pese a que cualquier medida queda corta ante la manifiesta intención del Gobierno de aprobar, a como dé lugar, el referéndum para su Constitución manchada con sangre en La Calancha y aprobada fraudulentamente en Oruro con cerco y todo, ya que en ese empeño es seguro que no retrocederá ni un ápice. No es por nada que viene ‘utilizando’ al presidente de la Corte Nacional Electoral para que actúe como su contraparte al advertir que la oposición no lo cuestionó de la forma en que esperaba en torno a la ilegalidad de su ‘decretazo’, cuyo fin principal era distraer la atención ciudadana para ganar tiempo con un asunto secundario, soslayando lo fundamental, todo un show.
Después de deliberar por espacio de algo más de 13 horas, ya que hubo fricciones, porque unos demandaban medidas más contundentes mientras que otros proponían esperar un poco más, los prefectos, líderes cívicos, dirigentes de los movimientos indígenas y representantes de las organizaciones de la sociedad civil agrupados en el Consejo Nacional Democrático (Conalde) emitieron una resolución firme pero equilibrada, que consta de cinco puntos, pese a que cualquier medida queda corta ante la manifiesta intención del Gobierno de aprobar, a como dé lugar, el referéndum para su Constitución manchada con sangre en La Calancha y aprobada fraudulentamente en Oruro con cerco y todo, ya que en ese empeño es seguro que no retrocederá ni un ápice. No es por nada que viene ‘utilizando’ al presidente de la Corte Nacional Electoral para que actúe como su contraparte al advertir que la oposición no lo cuestionó de la forma en que esperaba en torno a la ilegalidad de su ‘decretazo’, cuyo fin principal era distraer la atención ciudadana para ganar tiempo con un asunto secundario, soslayando lo fundamental, todo un show.
Creemos, no obstante, que el Gobierno, como lo ha anunciado, acabará aprobando, con decreto o con ley, la convocatoria del referéndum para su Constitución, que lejos de ser un contrato social que involucre a todos los bolivianos, es el proyecto de un partido político en el Gobierno; el problema ha dejado de ser legal para convertirse en un lío netamente político.Celebramos entonces el hecho de que el Conalde no se haya prestado al juego del Ejecutivo, al negarse a entrar a la polémica estéril y ‘distraccionista’ sobre si la convocatoria por decreto de su referéndum es legal o ilegal. Por el contrario, entre sus medidas determinó rechazar, de cuajo, ese texto de reforma constitucional ‘trucho’, fraudulento y parcializado, que no busca un equilibrio entre los diversos sectores que conforman la República.
Pero, sinceramente, ante la emergencia reinante, todos esperábamos del Conalde otras medidas, más concretas, contundentes, claras, como la inmediata aplicación de los estatutos, toda vez que para ello cuentan con el mandato del soberano como respaldo, esto sin desconocer que ha dado señales de haber salido de esa especie de marasmo en el que parecía estar sumergido, acaso para evitar el enfrentamiento fraticida. ¡Hasta la próxima!
* Comunicador
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