Desbande en filas de Podemos vaticina su inminente desaparición

Jorge Quiroga Ramírez lideriza la agrupación ciudadana que hace varios meses perdió su personería jurídica.

• En las últimas horas, dos de sus legisladores renunciaron debido a los desaciertos en que incurrió esta agrupación ciudadana, que ya no cuenta en la actualidad con su personería jurídica.
El desbande en filas de Poder Democrático y Social (Podemos) vaticina su inminente desaparición luego que la diputada Sandra Yáñez Eid, renunciara ayer a la agrupación liderizada por Jorge Quiroga.

La legisladora aseguró que su dimisión se debe a los desaciertos de la agrupación que contribuyó “a la pérdida de visión y al verdadero rol” que debe cumplir una oposición política.

“Una verdadera oposición construye y apoya cuando las propuestas son positivas. Fiscaliza y cuestiona cuando las propuestas son sesgadas”, manifestó la legisladora durante una conferencia de prensa.

Horas antes, el diputado Luis Alberto Pacheco renunció a Podemos, asegurando que algunos de sus colegas traicionaron a su jefe, Jorge Quiroga, y anunció que impulsará la refundación de Acción Democrática Nacionalista (ADN).

“Me declaro adenista y voy a refundar ADN y voy a postularme para ser Vicepresidente, aunque a muchos no les guste. Le pido a Quiroga que se vaya con su familia a Estados Unidos y descanse unos cinco años (...) Renuncio con el dolor de mi alma, lo traicionaron, los que no creyeron en él porque él salvó a la Patria”, manifestó.

El alejamiento de Yañez y Pacheco se suma al de sus colegas José Oña, Wálter Arrázola y a los constituyentes Javier Limpias y Manfredo Bravo, que dejaron las filas podemistas acusando a la existencia de una “rosca” paceña que tomaría determinaciones inconsultas al interior de Podemos.

Entre tanto, el senador Roger Pinto, manifestó que la decisión de permanecer o no en Podemos depende de cada persona y que desconocía las razones por las cuales la diputada habría tomado la decisión.

Sobre la renuncia de Pacheco, el presidente de la Comisión Mixta de Constitución Luis Vásquez, aseguró desconocer el tema. “En ninguna ocasión dijo que pensaba dejar el partido, no sé nada, pero cuando tenga la oportunidad de hablar con el legislador le preguntaré”, acotó.

Poder Democrático y Social (Podemos) fue creado en septiembre de 2005 con una propuesta de renovación del sistema político y como forma de enfrentar al Movimiento Al Socialismo (MAS). Salió a la luz como la unión de agrupaciones ciudadanas y desprendimientos de sectores de dos partidos Acción Democrática Nacionalista (ADN) y Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Jorge Quiroga, su actual líder, fue Presidente de agosto de 2001 hasta 2002. Desde su incursión en política en el gobierno de Jaime Paz Zamora (1989-1993) quiso mostrarse como una figura renovadora con conducta y acciones diferentes a las figuras públicas de su partido ADN.

Durante la campaña electoral de 2005 tuvo un discurso de confrontación contra el actual partido en función de Gobierno y guiado mucho por encuestas que un mes antes del 18 de diciembre daba un “empate técnico” entre Morales y Quiroga.

Sin embargo, los resultados le dieron un 54 por ciento al MAS y 31 por ciento a Podemos. El siguiente escenario sería el Congreso nacional y la primera batalla fue la aprobación de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente.

En este primer encuentro salió triunfante Podemos, que aprovechó la habilidad y experiencia de sus parlamentarios contra una bancada novata del MAS y un presidente del Congreso, Alvaro García Linera, que no quería forzar un enfrentamiento.

El diputado Willman Cardozo afirmó el 4 de marzo de 2006 que por la falta de coordinación en la bancada oficialista pudieron imponer una Convocatoria a la Asamblea Constituyente con varios “candados”.

Las elecciones constituyentes del 2 de julio de 2006 dieron una amplia victoria al oficialismo llegando al 64 por ciento y reduciendo a Podemos a un 18 por ciento, pero el candado del que habían hablado era justamente el de los 2/3 para evitar que la “aplanadora masista” se materialice dentro del cónclave, tema que estuvo en discusión varios meses, entrabando el trabajo en la plenaria.

Pero no solo fue eso, en noviembre de 2006 algunos parlamentarios de Podemos, plantearon al Comité Interinstitucional de Chuquisaca pedir la incorporación del tema de la capitalidad plena como un punto del nuevo texto constitucional.

Ese fue inicio para que Podemos se considere un brazo político de las regiones opositoras al Gobierno, y tal vez con ello, pudieron frenar la Constituyente como querían algunos sectores duros de denominada “media luna”.

Esta victoria y los posteriores errores de calculo del MAS consiguieron mostrar a Podemos como el defensor de las regiones en el Congreso y la Constituyente, esta imagen fue destruida, por la votación del 9 de mayo cuando aprobaron en el Senado Ley de Revocatoria de Mandato el 9 de mayo de 2008.

A partir de esa fecha algunos parlamentarios de Santa Cruz comenzaron a marcar distancia del liderazgo de Quiroga, agregándose a su drama cuando la Corte Nacional Electoral decidió quitar la personería jurídica por falta de algunos trámites en el proceso.

La votación del 10 de agosto marcó una ruptura entre los dirigentes y parlamentarios de la agrupación opositora, porque algunos sostenían que había que respetar el resultado y otros apoyaron la radicalización de las regiones.

La bancada de Santa Cruz encabezada por Pablo Klinsky declaró su lealtad a la región antes que al partido, opinión que fue compartida por algunos parlamentarios, otro grupo que estuvo con las regiones fue la de Chuquisaca que también estuvo activa en la movilización de principios de septiembre.

Ante el fracaso del diálogo entre Gobierno y prefectos a mediados de octubre la última salida fue el Congreso donde la división fue mucho más marcada, mientras Carlos Borth y Roberto Ruiz apoyaban el diálogo, Oscar Ortiz y Luís Vásquez se oponían y su líder no daba un mensaje claro.

Finalmente, forzados por la movilización del Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam) decidieron firmar un acuerdo para viabilizar el referendo para la aprobación o rechazo del proyecto de texto constitucional planteado por la Asamblea Constituyente.