La campaña por la CPE gira en torno a la fe de la gente

A 17 días del referéndum constitucional, la fe se convirtió en el elemento central de la campaña electoral. Mientras la oposición afirma que votar por el No es estar con Dios y en los canales se difunden spots en ese sentido, el Gobierno y el Movimiento al Socialismo (MAS) condenan el uso político de la fe y denuncian que la cúpula eclesiástica está siendo utilizada políticamente por la oposición.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Jesús Juárez, cuestionó ayer este accionar y opinó que “no se puede manipular la fe y mezclarla con temas políticos”, tras negar que la Iglesia Católica promueve otra opción que no sea el voto responsable.

Paralelamente, en los medios de comunicación se acentúa la campaña de la fe. Por ejemplo, un spot atribuido a Iglesias Unidas empieza con la advertencia: ¿Saben que quieren echar a Dios de Bolivia? Luego muestra la imagen de la CPE, del Presidente y de Jesucristo, quien hace a un lado a sus “adversarios”. Concluye con: “Elige a Dios y vota por el No”.

Un jingle radial también hace referencia a este tema, pero en el otro sentido. Menciona que aprobado el texto constitucional, no sólo estará reconocida la Iglesia Católica, sino el resto del pluralismo religioso en Bolivia.

El martes, en Sucre, el opositor Consejo Nacional Democrático (Conalde) realizó una “jornada de oración” en el marco de su campaña a favor del No al texto constitucional. En este acto oró el arzobispo Jesús Pérez, además de representantes de otras iglesias, quienes apoyaron el No.

“Yo lamento que se utilice a la Iglesia y se falte el respeto a la religión, convirtiendo lo que es una misa, que es un acto de fe, en un acto político-electoral”, cuestionó el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, al referirse al acto.

Para el vicepresidente Álvaro García, ese acto fue una “patética acción política que ha rayado en lo ridículo”, y para el jefe de bancada del MAS en Diputados, César Navarro, “se utiliza de manera demagógica, de manera mediocre, a la Iglesia Católica”.

El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, salió al paso de las críticas de la oposición y aseguró que “respetamos profundamente...a la fe religiosa, que también profesamos”.

De hecho, en un trabajo especial realizado por La Razón se constató que la mayoría de las autoridades de Gobierno profesan la fe católica. No obstante, la oposición los acusa de ateos.

En declaraciones separadas, los prefectos de Santa Cruz y Beni, Rubén Costas y Ernesto Suárez, señalaron que la diferencia con el Gobierno está en que ellos creen en Dios, como ocurre con la mayoría de los bolivianos.

“El Gobierno se alimenta de la confrontación, y como ayer (martes) fue una jornada de oración y como ellos (los gobernantes) no creen en Dios, no pueden hacer esto, les ha molestado. No nos interesa lo que diga el Gobierno”, respondió Costas al Ejecutivo.

El texto que será sometido al soberano señala en su artículo 4: “El Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con su cosmovisión. El Estado es independiente de la religión”.

El diputado de Podemos Bernardo Montenegro acusó a García de “ateo” y de pretender, vía el texto constitucional, “cambiar la fe religiosa de los bolivianos”. El diputado de UN Arturo Murillo recordó que “siempre se ha reconocido la fe católica y entonces, cuando se pretende desconocerla, le preocupa a la gente”.

http://www.la-razon.com/versiones/20090108_006601/nota_247_742745.htm