Las contradicciones en la nueva Constitución

La nueva Constitución Política del Estado (CPE), aprobada en el referéndum del 25 de enero, será promulgada mañana por el presidente Evo Morales. Se trata de un texto que fue objeto de continuas críticas por parte de opositores y de reconocidos constitucionalistas, pese a que el proyecto que había sido aprobado en Oruro —en ausencia de los constituyentes de la oposición— fue modificado, también de manera cuestionada, en más de 100 artículos, en el Congreso Nacional.
Esto significa que la CPE que entrará en vigencia en las próximas horas no fue elaborada íntegramente por los asambleístas elegidos para el efecto, sino corregida por parlamentarios oficialistas y de la oposición.

De todas formas, la nueva Carta Magna ha sido aprobada en un referéndum y será la Ley de Leyes que todos los bolivianos tendrán que acatar, pese a sus errores y falencias.

La Razón hizo notar en su edición de ayer que existen al menos seis contradicciones en el texto constitucional, con incompatibilidades entre uno y otro artículo que afectarían temas de jurisdicciones y población, principalmente en las circunscripciones especiales indígenas. En los artículos observados han coincidido, ahora, oficialistas y opositores, pero tarde: lamentablemente no se hicieron las modificaciones en su momento.

Ahora, para la aplicabilidad del texto constitucional, hay que proceder a aprobar leyes interpretativas, lo que no es tarea fácil. Pero también absurdo, porque antes de la promulgación de la Carta Magna ya se tiene conciencia de que es contradictoria. ¿A qué se debe esto? Pues, a la precipitación con la que fue redactada. Esta CPE se elaboró en medio de enfrentamientos y, por otro lado, en reuniones furtivas.

Por lo demás, son inadmisibles los errores de redacción en el texto que normará la vida de los bolivianos. No puede haber este tipo de equivocaciones en una CPE que se supone ha sido revisada párrafo por párrafo, muchas veces, por personas que supuestamente conocen el idioma.

No obstante, las contradicciones y esos errores serán los primeros riesgos que habrá que sortear, observados aun antes de su promulgación. Es parte de la suerte de irresponsabilidades que se vive cada tanto en Bolivia.

http://www.la-razon.com/versiones/20090206_006630/nota_245_759070.htm